En un contexto de seguridad cambiante, los países de la Unión Europea (UE) están redoblando sus esfuerzos en materia de defensa. Un nuevo informe de la Agencia Europea de Defensa (EDA) revela un aumento significativo del gasto, la inversión y la colaboración, señalando un claro compromiso de reforzar las capacidades militares.
El gasto y la inversión alcanzan cifras récord.
Los datos del informe son contundentes:
- En 2024, el gasto total en defensa de los 27 Estados miembros de la UE alcanzó los 343.000 millones de euros, un aumento del 19 % con respecto a 2023. Esto sitúa el gasto en el 1,9 % del PIB, acercándose al antiguo objetivo del 2 % de la OTAN.
- Las proyecciones para 2025 sugieren que el gasto total podría llegar a los 381.000 millones de euros, lo que superaría el 2,1 % del PIB y excedería por primera vez la antigua directriz del 2 % de la OTAN.
- La inversión en defensa también alcanzó un nivel sin precedentes en 2024, superando por primera vez el umbral de los 100.000 millones de euros y llegando a los 106.000 millones. La adquisición de equipos fue el principal motor de este aumento, llegando a 88.000 millones de euros, un impresionante 39% más que en 2023.
- El gasto en I+D de defensa también ha visto un notable crecimiento, aumentando un 20% hasta los 13.000 millones de euros en 2024. Se espera que esta cifra alcance los 17.000 millones de euros en 2025.
- Un punto crucial es la inversión en las etapas iniciales de Investigación y Tecnología (I+T), que creció un 27%, llegando a los 5.000 millones de euros. La inversión sostenida en estas áreas es vital para asegurar la superioridad tecnológica de la UE a largo plazo. Iniciativas como el Fondo Europeo de Defensa (EDF) están impulsando la colaboración en investigación y tecnología (I+T) entre los Estados Miembros. El objetivo es integrar la I+T en el desarrollo de capacidades militares y aprovechar la innovación, incluyendo las tecnologías duales (militares y civiles).
Inversión en personal y equipamiento
El documento también destaca cómo este aumento de la financiación se traduce en un mayor gasto por soldado. En 2024, el gasto total por militar activo alcanzó un récord de 249.000 euros, un aumento significativo con respecto a los 211.000 euros de 2023. Este incremento, mientras que el número de personal militar se mantiene estable, indica una mejora en la calidad de los ejércitos de los Estados miembros.
Sin embargo, el informe advierte que si no hay un crecimiento correspondiente en el reclutamiento, esto podría llevar a dificultades para mantener el nuevo equipamiento, exacerbando la escasez de personal existente en muchos países.
Retos y oportunidades: la colaboración es clave
A pesar del notable aumento del gasto, el informe de la EDA subraya un desafío importante: la fragmentación. A diferencia de potencias como Estados Unidos, los presupuestos de defensa de la UE se deciden y asignan a nivel nacional, lo que genera una amplia variedad de sistemas de armamento, duplica esfuerzos y reduce la eficiencia. Por ejemplo, aunque los países de la UE tienen un mayor número de tanques de batalla principales y vehículos de combate de infantería en comparación con EE.UU., estos sistemas están altamente fragmentados en diferentes modelos, dificultando la logística y la interoperabilidad en operaciones conjuntas.
Aunque la UE ha lanzado nuevas iniciativas y mecanismos financieros, como EDIRPA, EDIP y SAFE, para fomentar la colaboración, el informe señala que la cooperación en la adquisición de equipos y en I+D sigue siendo baja en comparación con los objetivos deseados.
En definitiva, el aumento del gasto en defensa en 2024 y 2025 refleja el compromiso de los Estados miembros de la UE para mejorar sus capacidades militares y abordar el entorno estratégico cambiante. Sin embargo, se necesita una inversión sostenida, especialmente en las primeras etapas de I+D, y una mayor colaboración para garantizar la superioridad tecnológica y la autonomía estratégica de la UE.
Descarga el informe completo en el siguiente enlace.